Mammá la casa se mueve!!!

Que dices ustedes, personas afortunadas, que viven los temblores y pueden contarlos sin llorar, sin sentir pesar y poder reírse de la palabra angustia.
Yo comparto su visión, gracias a la suerte divina yo no corrido el riesgo de vivir el miedo de sentir mi casa tambalear incontrolablemente, o la desesperación al ver como esta se derrumba ante mis ojos.
No se lo que se siente, y estoy segura que no puedo imaginarlo, no puedo tener idea de ese sentimiento de sentir la propia alma ya fuera del cuerpo, la desesperación al ver como tu hermano a gritos y llantos te pide socorro mientras te grita bajo una pila de escombros sin que lo puedas ayudar o la tristeza profunda de una madre al ver la casa por al que lucho toda una vida, la seguridad de sus hijo y de años de esfuerzos, convertida en un recuerdo que parte de los escombros esparcidos.
No se como estará la conciencia de las personas, o su capacidad para dejar de pensar de forma egoísta, para poder darse cuenta de lo que esta pasando.
Nuestro mundo esta temblando, provocando el crujir de las paredes, el ir y venir de las luces, el desaliento de no saber si tus conocidos están bien o no.
En estos pocos días se han presentado varios temblores, terremotos, sacudidas, “el piso se mueve” o como se prefiera llamarle. Algunos al mismo tiempo, otros solo se separan por minutos; no se si ustedes comparten mi opinión, pero a mi me pareció impresionante y alarmante que ocurrieran con tal frecuencia, con esa magnitud y tan cerca de nuestro país, eso me lleva a reflexionar y cuestionarme sobre que pasara después.
No somos excepciones, no es que somos milagrosos, no es que este país es inmune, simplemente hemos tenido suerte de no haber sufrido un terremoto que derrumbe los sueños de muchos y haga nacer el desconcierto de otros.
Suerte, solo ha sido suerte.
No vivimos en fortalezas de hierro, y tampoco tenemos planes de seguridad contra terremotos, en este país no se han preparado recursos para eso (o por lo menos, no suficientes para la demanda real).
No es por pánico, ni por exagerar, solamente es bueno saber que, nunca hay que ignorar una realidad tan cercana, que lo que ahora sufren los otros, lo podemos sufrir nosotros después.

Terraynova Anamarly Laura Monsery Kllsge Karen Gómez